El blanqueo de capitales y su impacto positivo en la expansión del crédito en dólares
En contraste con lo descripto para la cuenta corriente del balance cambiario y la trayectoria de las importaciones, en octubre el Banco Central acumuló un saldo comprador en el segmento oficial de cambios de 1.530 millones de dólares, dinámica enteramente explicada por el hecho que el blanqueo de capitales ha estado operando en forma análoga a lo que ocurre cuando ingresan divisas desde el exterior por la cuenta capital del balance de pagos. Sólo que esto ocurre por la exteriorización de ahorros de los agentes económicos locales.
El aumento en los depósitos en dólares del sector privado en los bancos ha resultado superior a lo anticipado, habiendo pasado el total de colocaciones de 18,6 a 33,3 mil millones de dólares en los últimos dos meses y medio.
Con este fenómeno, por el cómputo de los encajes, las reservas brutas del Banco Central aumentaron casi 2,9 mil millones. Este no ha sido el impacto positivo principal, de todos modos.
Lo relevante deriva de una “vuelta de tuerca” adicional en el proceso del blanqueo, que tiene que ver con la aplicación de los “argendólares” a créditos o bonos privados. Y esto es lo que ha ocurrido en las últimas semanas. Además, hay margen para que esta dinámica se extienda, en la medida en que no haya retiros significativos de depósitos y que persista la demanda de créditos en argendólares. Sin embargo, por las características del fenómeno, esta dinámica no puede ser extrapolada para todo 2025.
Se estima que los dólares aplicados a la suscripción de obligaciones negociables de empresas locales alcanzan los 2,6 mil millones entre setiembre y octubre, una cifra muy significativa. En lo que hace a los préstamos en dólares, desde mediados de agosto han crecido 1,7 mil millones de dólares. Los últimos datos muestran para el sistema bancario depósitos del sector privado por 33,3 y préstamos por 8,3 mil millones de dólares, por lo que el ratio préstamos/depósitos se ubica en torno al 25%. Si ese ratio llegara a un 35% (factible, teniendo en cuenta la experiencia de períodos anteriores), entonces habría margen para una expansión adicional de créditos en dólares por unos 3,4 mil millones. Pero hay dos supuestos que deben cumplirse para que esto suceda: que el stock de depósitos se mantenga estable y que continúe al ritmo actual de demanda de créditos en argendólares.
La forma en que el gobierno resuelva la encrucijada descripta en las columnas anteriores (ver Brecha cambiaria, riesgo país; ¿el momento de estirar la vida útil del cepo? y La política cambiaria y su poder para anclar las expectativas de inflación), y cuál de las tres opciones bosquejadas sea la elegida, habrán de permitir evaluar la trayectoria de estas variables que, directa e indirectamente, conectan con el sector externo de la economía.
Jorge Vasconcelos
Coordinador General de Revista Novedades.