Empleo y salario como reflejo de la performance en economías provinciales

Tras un 2024 marcado por la caída de la actividad y el ajuste fiscal, el año 2025 presenta señales mixtas en las economías provinciales: algunas han mostrado cierta recuperación y otras no. En este contexto, el empleo privado y los salarios reales constituyen indicadores clave para evaluar el desempeño regional.
Este informe analiza la evolución de estos tres indicadores laborales dentro del sector privado: el empleo, el salario promedio ajustado por inflación y la masa salarial. Esta última, que resulta de la multiplicación de empleo y salario, es un buen indicador del poder de compra de una parte significativa de la población en cada jurisdicción.
A continuación, presentamos la variación porcentual de esos indicadores, comparando el 1º trimestre de 2025 y el 3º de 2023, previo a la asunción del actual gobierno nacional. En este análisis se consideran los salarios netos de inflación: si disminuyen indica que han aumentado menos que la inflación.
¿Qué muestran los datos?
- Neuquén, con el impulso Vaca Muerta, es la excepción de todas las provincias porque ha tenido incremento tanto en empleo como en salarios. Casi también como excepciones, cabe mencionar a Mendoza y Tucumán, sin caída en empleo, por incrementos en el agro, que compensan la caída en construcción.
- Las de peor desempeño, con caída en empleo y salarios, se vieron muy afectadas por la menor construcción, y en ese grupo están Formosa (en donde, años atrás, ese sector había llegado a ser el 25% del empleo privado), Santiago del Estero y San Luis. A éstas dos últimas también les perjudicó una caída industrial.
- En otras jurisdicciones, los salarios se han incrementado, mientras que ha disminuido el empleo. Los casos llamativos son Tierra del Fuego (Industria en baja) y Santa Cruz, y en menor medida, Catamarca, La Rioja y San Juan; en estas últimas cuatro provincias el menor empleo estuvo asociado a la Construcción.
En ese último grupo, un interrogante es por qué, con menor empleo, tuvieron mayores salarios, y aparecen varias sorpresas. En Tierra del Fuego, cae el empleo industrial, pero el salario en ese sector aumentó.
Otra sorpresa es que la extracción de crudo sólo aumenta en Neuquén, y cae en el resto de las jurisdicciones petroleras; en éstas últimas, el empleo apenas disminuye, pero han tenido un importante incremento en salarios. En otras provincias las mayores remuneraciones se explican por el auge minero.
Un último punto llamativo es que, en un contexto de dólar bajo, que ha complicado la actividad turística, el empleo cae levemente en algunas provincias, pero en la mayoría su salario promedio se ha incrementado. En parte, se explicaría por una recomposición salarial, y a nivel regional, también se han igualado esos salarios con los de la Ciudad de Buenos Aires, siendo esta una situación inusual que desafía las dinámicas salariales tradicionales y plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de esa paridad.
Resumiendo, el empleo es más volátil en la Construcción, y con un mal 2024 por menor obra pública, impactó negativamente en todas las provincias, y mucho más en las que son más dependientes de fondos nacionales (por ej., Formosa). La industria ha mostrado también un cierto descenso en empleo, e impacta en las más industriales (las provincias grandes, más Tierra del Fuego).
En cuanto a salarios, sus principales incrementos se explican más por las actividades actualmente más dinámicas: petróleo y minería.
Perspectivas: las provincias siguen a la economía nacional, y la misma ha ingresado en un periodo de desaceleración, no sólo porque no es normal crecer a tasas elevadas, sino además por los ruidos económicos recientes (el último, el desarme de las Lefis), que se tradujo en incertidumbre (mayor riesgo país) y mayores tasas, lo cual va en contra de la actividad económica.
Siguiendo esta tendencia, no cabría esperar incrementos significativos en salarios (y menos con un dólar que levemente se ha encarecido), y es más probable que el empleo privado se estanque o disminuya, al menos hasta las elecciones.
En cuanto a las diferencias regionales, hay dos factores claves. Por un lado, la minería y el petróleo (en Vaca Muerta) seguirían traccionando gracias a las señales de estabilidad y estímulo que genera el RIGI. Esto beneficiaría especialmente a provincias como Neuquén y mineras.
Por otro lado, si bien venían cayendo, los fondos nacionales, netos de inflación, han dejado de hacerlo, y podrían comenzar a recuperarse. Esto aliviaría a las provincias más dependientes del gasto público nacional. Y contribuiría a atenuar las mayores diferencias observadas en los últimos tiempos.

Jorge Day
Responsable de la sección Regional.