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Diferente impacto de los costos en dólares en las regiones argentinas

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Diferente impacto de los costos en dólares en las regiones argentinas

En la actualidad preocupan los altos costos en dólares en Argentina, que la hacen menos competitiva. Desde una perspectiva regional, un interrogante es conocer cuáles serían las provincias que se encuentran en una situación más vulnerable debido a este fenómeno. Este es el planteo de las próximas líneas.

Cuando el dólar está barato, es decir, cuando la moneda local se aprecia en términos reales, Argentina está más cara en dólares. Esto implica que es más complicado competir con el mundo en productos que se pueden exportar e importar. Los sectores más afectados son los agropecuarios (frutas, hortalizas, cereales, etc.) y los industriales (particularmente los sustitutos de importación). También se incluye el turismo receptivo.

Regiones más vulnerables

Considerando sólo los bienes, ¿cuáles serían las provincias que estarían más complicadas debido a altos costos en dólares? Una primera respuesta sería aquellas que son más exportadoras, pero este no es el único factor relevante. La composición de las exportaciones, la estructura productiva, los costos laborales, la infraestructura y las políticas públicas también influyen en la competitividad.

El siguiente gráfico muestra las exportaciones como porcentaje del Producto Bruto Geográfico (PBG) provincial, con un promedio de los años 2021 a 2023. Allí se aprecia que entre las más exportadoras se hallan las provincias grandes de la región pampeana y varias provincias patagónicas.

Entre las patagónicas se destaca el caso de Neuquén donde, con la ventaja de Vaca Muerta, sus altos rendimientos en la extracción petrolera permiten compensar, al menos en parte, los mayores costos en dólares. Algo similar ocurre en provincias mineras que, además, contarían con los beneficios impositivos que brinda el RIGI.

Dentro de la región Pampeana la más complicada sería Buenos Aires, puesto que una buena parte de sus ventas externas son bienes industriales que no son de base agropecuaria, y en los cuales nuestro país se halla en desventaja con respecto al mundo (claramente en autos, tecnología, indumentaria y otros). En general, estos productos sufren más el dólar barato.

Entre las menos exportadoras se hallan varias provincias norteñas, con cierta escasez en recursos naturales para explotar y comercializar. Su problema principal es otro, el del recorte de las transferencias discrecionales, al ser más dependientes de los fondos nacionales.

Resumiendo, los más exportadores se ven más afectados por los altos costos en dólares, pero hay excepciones, al contar con otros beneficios, como los impositivos (RIGI) o mayor rendimiento en su producción (Vaca Muerta, mineras).

Impacto en el complejo agroindustrial

Con este primer panorama, dediquemos unas palabras a los sectores agro y agroindustriales regionales. En la edición anterior de Novedades se presentó la situación de los precios de exportación de los principales productos regionales. Pero en vez de en dólares, se los expresó en poder de compra para sus exportadores. 

Como excepciones, hubo un par de productos cuyos precios están actualmente por encima del promedio histórico, como aceite de oliva, que favorece a provincias del Oeste Argentino, aunque no pesan tanto en sus respectivas exportaciones totales.

En la mayoría de los productos regionales sus precios “deflactados” de exportación están muy por debajo del promedio histórico, principalmente por el bajo valor del dólar oficial. 

Además de resultar menos competitivo, en varios casos hay un problema adicional con la materia prima de esos productos. Como ésta no tiene compradores alternativos, sus precios “deflactados” tienden a bajar en mayor porcentaje, tal como está ocurriendo actualmente con la uva, por ejemplo. Es decir, complica más a los productores.

En este contexto, ¿Cómo fortalecer la competitividad?

Pensando en el mediano plazo, si la economía argentina se estabiliza, es probable que el dólar se mantenga barato, con los consecuentes altos costos en dólares. ¿Hay alguna solución? Al menos, hay dos vías posibles. 

Por un lado, se ha considerado sólo los precios. Una solución viene por el lado de una mayor productividad, que podría lograrse con más inversiones. Esto es viable en una economía más previsible (dada la menor inflación) y con mayor financiamiento (al destinarse menos fondos al gobierno).

Por otro lado, está el rol de los gobiernos en reducir costos “no salariales”. Principalmente, impuestos (deberán previamente bajar el gasto público, un proceso lento), trámites, y regulaciones, entre otros.   

Jorge Day

Responsable de la sección Regional.