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Más préstamos, ¿a qué sectores van?

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Más préstamos, ¿a qué sectores van?

Podría pensarse que el negocio de un banco consiste no sólo en prestar, sino también en recuperar en un futuro los fondos otorgados. Siendo así, es razonable que presten a aquellas empresas con mayor capacidad de repago, o sea, a las que tienen mejores pronósticos en sus ventas. Con esa hipótesis, se analizará a qué sectores han ido los mayores préstamos otorgados por los bancos en estos últimos meses, y cuáles son las perspectivas crediticias para los próximos meses.

A nivel global, los créditos bancarios, netos de inflación, venían en caída libre desde mediados de 2018, y tocaron fondo en marzo de 2024. A partir de esa fecha, han revertido esa tendencia, y en el transcurso de doce meses han aumentado en más del 90%, impresionante. Cabe aclarar que ninguna actividad crece a ese ritmo anual. La explicación está en que el nivel de créditos en Argentina es muy bajo y, por lo tanto, la demanda por nuevos fondos es alta.

Si a los préstamos al sector privado no financiero se los desagrega por provincias, aparecen datos llamativos. Entre las que más obtuvieron se destacan Catamarca, Santiago del Estero, y Formosa, las cuales tuvieron caídas tanto en empleo privado como en salarios, netos de inflación; ha influido la caída en las transferencias discrecionales, producto del ajuste fiscal en el sector público nacional.

Una desagregación adicional, que distingue entre préstamos a personas y a empresas, revela que en las tres provincias mencionadas el mayor incremento se concentró en los créditos personales. En cambio, en provincias grandes (Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe), los aumentos se observaron principalmente en los créditos a empresas, algo que también se verifica en Jujuy, Mendoza y La Pampa.

Cambiando de óptica, se considera ahora sólo el crédito a empresas, desagregándolo en sectores económicos relevantes. Los porcentajes cambian porque sólo se toman esos créditos. De allí se rescatan los importantes incrementos en los siguientes conceptos:

  • Minería: destacan Jujuy y Salta, con todo el movimiento de esa actividad. También aparece Neuquén, asociado al petróleo, pero un punto llamativo es que aumentaron fuerte esos créditos hasta septiembre 2024, y luego comienzan a disminuir; está toda la potencia de Vaca Muerta, pero había llamado la atención que su empleo privado se había estancado a partir de esa fecha. 
  • Agropecuario: aparecen Santiago del Estero, Chaco, La Pampa, Córdoba y Entre Ríos, todas con fuerte sesgo en granos.
  • Industria: destacan Misiones, Salta, Tucumán y Mendoza, en las cuales su principal rubro industrial es la agroindustria. También aparece Tierra del Fuego (antes de los cambios en las importaciones de celulares).
  • Otros servicios (empresariales y otros): aparecen fuerte en Jujuy, Neuquén y Santa Cruz, posiblemente vinculados con minería y petróleo. Llamativo en La Rioja, Formosa y Chaco.

Otros datos que no aparecen en el gráfico son la caída en préstamos a la Construcción en Formosa (menor obra pública) y a la Industria (La Rioja y San Juan).

Sintetizando, los créditos bancarios aumentaron fuertemente en los últimos doce meses, partiendo desde el fondo. Esos incrementos se han dado en todas las provincias y en todos los sectores, y lo han hecho en mayor porcentaje en aquellos sectores con mejor desempeño económico.

Perspectivas: si el actual plan económico se mantiene, logrando menor inflación, sería esperable una mayor oferta de préstamos, producto de mayores depósitos. Se espera también que, si las finanzas públicas se mantienen equilibradas (o superavitarias), el sector público no demande fondos bancarios, siendo una buena noticia para el sector privado.

Donde hay dudas es en la demanda por préstamos, al considerar el análisis costo-beneficio que hacen algunos sectores. Las tasas, netas de inflación esperada, todavía están altas. Y hay actividades que están en problemas, especialmente exportadoras y sustitutivas de importación, porque sus precios aumentan a menor ritmo que sus costos. El mayor financiamiento les permitiría conseguir equipamiento y tecnología para elevar su productividad, pero la duda es si con esa inversión alcanzarían a lograr la competitividad necesaria.

Ese es el vaso medio vacío. El medio lleno es que habrá más crédito, punto que no es menor para una economía que debe crecer para mejorar sus ingresos.

Jorge Day

Responsable de la sección Regional.