El Mundo posa su mirada en las elecciones presidenciales de Estados Unidos
Estados Unidos
Todos los focos se centran en el 5 de noviembre, cuando los estadounidenses acudirán a las urnas y elegirán al candidato que ocupará la Casa Blanca. El escenario base que descuenta el mercado es que gane el republicano Donald Trump, aun cuando la demócrata Kamala Harris lidera en el promedio de las encuestas. Esto se debe a que el sistema electoral de USA no concede la victoria a quien tiene mayoría simple del voto popular, sino a quien obtiene 270 votos del Colegio Electoral. Así, cada estado asigna un número de electores que deciden según el resultado en su territorio, de modo que el candidato que resulte ganador en las urnas, aunque sea por la mínima diferencia, se lleva la totalidad de los electores que aporta.
En la gran mayoría de los estados, el voto ya está decidido. Sin embargo, hay siete swing-states que serán decisivos en el resultado final. Al momento del presente informe, el candidato republicano parte con ventaja en cinco de los “siete magníficos” (en total suman 93 delegados electorales), aunque la diferencia es tan pequeña que cae dentro del margen de error, de modo que sería prematuro cantar victoria. La foto de hoy indica que Trump obtendría 287 votos electorales frente a 251 de su rival.
El resultado de las elecciones no será inocuo para el devenir de la economía a nivel mundial. El escenario más crítico para los mercados sería aquel en el cual el Ejecutivo y el Congreso queden en manos de un solo partido, sin importar si son demócratas o republicanos, ya que probablemente sea más proclive a implementar políticas fiscales expansivas, en un contexto donde la situación fiscal y de deuda actuales suman voces de preocupación (el déficit fiscal alcanza el 6,4% del PIB para el año fiscal 2024, mientras que la deuda pública se estima en torno al 122% del PIB). Este escenario presumiblemente implicaría un alza de las tasas de largo plazo, ante el riesgo inflacionario que conlleva, de modo que el mercado exigirá un mayor premio ante el riesgo adicional que asume al financiar al Tesoro.
Es así que un escenario político que mantenga controles cruzados es clave. No obstante, esto da lugar a un escenario binario: dadas las propuestas electorales de uno y otro, una victoria electoral de Trump implicaría un fuerte repunte del dólar que se fortalecería frente al euro para presumiblemente llevarlo a una relación de 1 a 1, mientras que la victoria de Harris se traduciría en modestas pérdidas para el billete verde hasta una posible paridad de 1,15 dólares por euro.
En lo inmediato, ¿Qué se observa en la economía estadounidense?
En la montaña rusa de sensaciones en la que se ha convertido el empleo de USA, se dio a conocer que el empleo total no agrícola se mantuvo esencialmente sin cambios en octubre (+ 12 mil nóminas), muy por debajo de los valores que proyectaba el mercado y de las 148 mil nóminas promedio mensual que se generaron a lo largo del tercer trimestre. No obstante, este dato se compensa parcialmente con el dato de septiembre, donde se generaron 223 mil nóminas no agrícolas, casi 80 mil más de lo que se proyectaba.
El dato anterior unido a una tasa de participación que descendió ligeramente para situarse en el 62,6%, llevaron a que la tasa de desempleo se mantenga en el 4,1%. A pesar del mal dato que significó octubre, la economía continúa moviéndose en un contexto más positivo respecto del escenario base que maneja la FED en materia de desempleo (4,4%), de modo que requeriría de una baja de tasas más pausada y de menor magnitud. Justamente esto es lo que anticipa el mercado al proyectar un recorte de 25 pbs en la reunión de noviembre de la FED.
Otro dato que se suele observar con atención son las peticiones semanales de subsidio por desempleo en EEUU. El último dato disponible ascendió a 216 mil solicitudes, muy por debajo de lo esperado y mejor que las semanas previas.
En materia de actividad, el U.S. Bureau of Economic Analysis dio a conocer, de forma preliminar, que el PIB Real aumentó a una tasa anual del 2,8% en el tercer trimestre de 2024 versus el trimestre previo, lo que implica una leve desaceleración versus el segundo trimestre (+3%), pero lejos del hard landing que se proyectaba por agosto. En el acumulado de 9 meses, exhibe un crecimiento del 2,9% anual.
El dato de inflación core de septiembre, que excluye los precios de alimentos y energía, no fue bueno (+0,31%) ya que aceleró ligeramente en relación a agosto y la tasa interanual se mantuvo en el 3,3%. Este aumento fue el mayor desde marzo, un recordatorio de que las presiones inflacionarias no se han disipado por completo. Mismo escenario se vislumbra para el PCE (Personal Consumption Expenditures), la medición de inflación preferida de la Fed, donde la núcleo aceleró levemente para ubicarse en el 0,25% mensual (2,7% anual), el valor más alto desde el pasado mes de abril.
Desde mediados de septiembre, cuando hizo mínimo en el 2024, la tasa de los bonos del Tesoro a 10 años aumentó 65 pbs para alcanzar un guarismo de 4,28%, valor que no se veía desde fines de julio. Parte de este alza encuentra su explicación en la suba de los rendimientos reales que los inversores exigen (para el bono de 10 años ha aumentado 41 pbs en el último mes y medio) pero también debido al aumento de la Term premium o prima por plazo, que refleja el retorno extra que exige un inversor por asumir el riesgo de un bono de largo plazo en vez de ir renovando una serie de bonos de corto plazo (de forma que incorpora tanto expectativas de inflación futura como también incertidumbre), que aumentó 40 pbs en el último mes y medio.
Consecuencia del aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro, en los últimos 45 días el dólar se ha recuperado significativamente a nivel global y acumula una apreciación del 3,2% en términos nominales frente a las principales divisas (medido con el índice DXY).
La apreciación del billete estadounidense que se está observando juega en contra de los precios de los commodities, ya que cuando el dólar se fortalece, se encarecen en las monedas emergentes, lo que reduce la demanda internacional (por caso, la soja pasó de cotizar USD 388 la tonelada a inicios de octubre, a USD 365 a finales de mes). Esto afecta principalmente a los países emergentes cuyas exportaciones dependen de las materias primas, como Brasil y Argentina. En este contexto, el ETF EMB, compuesto de bonos emergentes/frontera, cayó 3,0% desde su máximo observado en septiembre.
Los datos positivos que se observan de la economía estadounidense, constituyen indicios que el selloff de los bonos por parte de inversores, el aumento en la term premium y la apreciación del dólar que se viene observando se deben principalmente al impacto de las elecciones y no a los fundamentos económicos. Como se expresó más arriba, el mercado ve favorito al candidato republicano y la preocupación radica en sus propuestas: mayor gasto, la implementación de tarifas agresivas a las importaciones y recortes de impuestos, además de las presiones inflacionarias que derivaría el régimen arancelario.
En este contexto, los índices bursátiles de Wall Street cerraron octubre a la baja: el Nasdaq 100 cayó 0,9% y el S&P 500 hizo lo propio en -0,8%, el Dow Jones disminuyó un 1,2% mientras que las small caps terminaron 1,1% por debajo de fines del mes anterior. Por su parte, el VIX, que mide la volatilidad implícita del S&P 500, creció fuerte (+32%), lo que refleja las mayores tensiones que se observa en los mercados.
Zona Euro
Como se descontaba en el mercado, el Banco Central Europeo (BCE) recortó por tercera vez en el año la tasa de facilidad de depósitos en 25 puntos básicos, dejándola en 3,25% anual. El BCE mantuvo la filosofía de no comprometerse de antemano con un sendero de tasas sino más bien ir “paso, a paso”, de modo que la decisión del nivel de tasa se tomará en cada reunión, basado en los datos disponibles. La decisión de rebajar las tasas se produce en un momento en que la inflación anual de la Zona Euro se ubicó en el 2% anual en octubre (+0,3% mensual) en línea con el objetivo del 2% fijado por el BCE. Por su parte, la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos procesados, se mantuvo firme en el 2,7% anual (+0,2% mensual).
En materia de actividad, aunque de forma preliminar, Eurostat dio a conocer que el PIB del tercer trimestre de la Eurozona aumentó un 0,4% respecto al trimestre anterior (vs +0,2% esperado), dejándolo un 0,9% por encima del mismo trimestre de 2023. En tanto que el acumulado de los 9 meses arrojó un alza anual del 0,7%. Entre las cuatro principales economías de la Zona Euro, encontramos señales mixtas: mientras que Alemania (+0,2% trimestral) y Francia (+0,4% trimestral) mejoraron su performance en relación al nivel de actividad que mostraron en el trimestre anterior, España mantuvo un crecimiento de 0,8% trimestral, Italia mostró una desaceleración en su crecimiento (0% en el tercero vs +0,2% en el segundo trimestre).
La baja de tasas en la Eurozona combinada con la incertidumbre q generan las elecciones en USA hacen que el euro se esté depreciando en el corto plazo: tomando la cotización en dólares por euro se tiene que pasó de 1,113 EUR/USD a mediados de septiembre a 1,088 EUR/USD en la actualidad, lo que se traduce en una depreciación del 2,2% en tan solo 45 días.
China
El PIB de China registró en el tercer trimestre una expansión del 0,9% respecto al trimestre anterior y se ubicó ligeramente por debajo de las expectativas del mercado (+1% esperado). En comparación con el mismo trimestre de 2023, el crecimiento fue del 4,6%, desacelerándose respecto a la expansión interanual del 4,7% del segundo trimestre y muy por debajo del 5,3% del primero. En tanto que el acumulado en los nueve primeros meses de 2024 arrojó un alza anual del 4,8%, por lo que continua por debajo del objetivo de crecimiento anual del 5%.
En la misma línea, la producción industrial en China creció un 5,4% interanual en septiembre, una lectura superior al 4,5% que exhibió el mes anterior y ampliamente por encima de lo esperado por el mercado (+4,6%). En relación al mercado laboral, la tasa de desempleo abierta se ubicó en 5,1% (versus 5,3% esperado).
En el marco de un crecimiento por debajo de las expectativas, hacia fines de septiembre, China anunció un paquete de medidas de estímulo de carácter monetario que incluye desde flexibilizar las exigencias para la compra de casas, hasta recortes de tasas de interés y de costes hipotecarios, pasando por inyecciones de liquidez vía el mercado de valores.
Esta última parte del esquema si bien se anunció en septiembre, recién comenzó a implementarse en octubre. Es así que el Banco Popular de China (PBOC) desbloqueará hasta 800 mil millones de yuanes (equivalente a USD 113 mil millones), por medio de un swap y de una ventanilla de liquidez. Por un lado, tenemos un swap por un valor inicial de 500 mil millones de yuanes. Los brokers, assets managers y las aseguradoras pueden usar el swap para obtener liquidez a través de la colateralización de activos y aplicarla a la compra de acciones donde las garantías elegibles incluyen bonos, ETF de acciones, componentes del índice Shanghai Shenzhen CSI 300 y REIT públicos. Por su parte, la ventanilla de liquidez por 300 mil millones de yuanes será para recompras de acciones y aumentos de participación. De esta forma, el PBOC pasa a proveer liquidez para apalancar la demanda y, al mismo tiempo, otorga un equivalente a un seguro de liquidez.
Maximiliano Gutiérrez
Responsable de la sección Internacional.