La actividad económica frente al “Síndrome de la pelota pinchada”
Desde el comienzo de la gestión del nuevo gobierno se discute si la economía tendrá un repunte rápido, o si será lento, como también si la economía llegó ya a tocar un piso, o si la recesión aún puede seguir profundizándose. Es oportuno recordar que las medidas finales del gobierno saliente y las que implementó el nuevo han tenido un impacto notorio en la actividad económica.
Conviene aclarar que los indicadores oficiales que reflejan el nivel de actividad suelen publicarse con cierta demora. Por ello es oportuno acudir también indicadores privados (están disponibles antes que los oficiales) y también a indicadores indirectos.
El nivel de actividad había comenzado a caer hacia mediados de 2023. Salvo por el impulso de las medidas expansivas en el contexto electoral, la tendencia hasta el mes de marzo.
Parecería que en este mes se habría llegado a un piso. Considerando el indicador general de actividad que releva OJF y Asociados, se tiene que en lo que va del año se cuentan 2 meses con registros positivos (febrero, abril). En abril la actividad económica general había crecido 1,3% respecto del mes previo, sin considerar estacionalidad. Sin embargo, en el mes de mayo volvió a contraerse la economía, cayendo 0,8%. No debe perderse de vista que la caída respecto de igual mes de 2023 es de 4,4%.
Indicadores de producción
Números índice base ene-23=100
Fuente: IERAL sobre la base de OJF, INDEC, UTDT.
El indicador oficial EMAE que releva INDEC, por su parte, aún no refleja meses con cifras positivas significativas, y para el mes de abril acumulaba una caída de 1,7% respecto de igual mes del año previo.
Finalmente, otro indicador general relevante es el Índice Líder producido por Centro de Investigación en Finanzas de UTDT[1], que es un índice compuesto que contiene la información de diversos indicadores que anticipan la evolución futura de la actividad económica. En lo que va del año, el Índice Líder ya lleva 3 meses con registros positivos, y en el registro de mayo creció cerca de 5%, lo cual alimenta la expectativa de verificar indicadores de actividad algo mejores a corto plazo.
El análisis sectorial es consistente también con el diagnóstico de que la producción dejó decaer y puede comenzar un ligero repunte, aunque con gran heterogeneidad. Mientras las actividades agro-relacionadas, electricidad, agua y gas, y minería crecen respecto de 2023, tanto la construcción, como la industria y el comercio, aún reflejan severos indicadores de caída.
Por otra parte, la actividad industrial mostró una caída de 1% en mayo respecto al mes de abril (desestacionalizada), y acumula una merma de 9,8% en últimos 12 meses. En el caso de la construcción se verificaron incrementos de actividad tanto en abril como mayo (+6,4% y +3,2%, respectivamente), mientras que acumula cerca de 30% de caída respecto de 2023.
Además, una parte de la actividad comercial (PyMEs nucleadas en CAME) manifiesta también un ligero repunte en los últimos meses. Por último, la actividad agroindustrial manifiesta un claro repunte respecto del año previo, creciendo 70% si se compara abril de este año respecto de 2023.
De lo expuesto, se concluye que se perciben señales de que la producción habría tocado un piso, pero todavía lejos de un rebote (el “síndrome de la pelota pinchada”). Diversos indicadores sugieren un cambio de tendencia, pero incipiente y heterogéneo.
Por ahora juegan a favor el mejor desempeño agrícola y la recuperación de los ingresos en un contexto de menor inflación. Pero la posibilidad de un rebote más vigoroso depende que se concreten las transformaciones que necesita la Argentina. Estos es mejores reglas de juego, estabilidad macroeconómica y desarrollo de competitividad estructural, que permitan el florecimiento de la actividad económica privada a mediano y largo plazo.
En este sentido, la sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal son un factor muy importante. No solo por su contenido en sí, sino porque son la plataforma para firmar el Pacto de Mayo y establecer acuerdos básicos para las políticas económicas a largo plazo que son condición necesaria para el crecimiento sostenido.
Marcos Cohen Arazi y Vanessa Toselli
Investigadores responsables de la sección Productiva.