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RIGI: ¿Nuevas reglas de juego para todas las inversiones?

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RIGI: ¿Nuevas reglas de juego para todas las inversiones?

El Régimen de Promoción de Grandes Inversiones (RIGI) es cuestionable desde diversos flancos, pero también debe subrayarse que, por los instrumentos de promoción elegidos, tiene características muy positivas cuando se lo compara con otros regímenes aplicados en el país, caso de Tierra del Fuego y San Luís, que fueron diseñados bajo una lógica mercado-internista y sin ningún compromiso con la competitividad y la productividad. Los mecanismos de promoción asociados al RIGI tienen que ver con el sesgo exportador de los proyectos (para los que se prevé una gradual “libre disponibilidad de divisas”) y el alivio fiscal involucra al impuesto a las ganancias y las retenciones, no al IVA y/o impuestos internos, como es el caso de los anteriores.

Vale decir, los incentivos a la inversión contemplados en el RIGI son consistentes con el objetivo de una mayor integración de las actividades locales en las cadenas globales de valor, más allá del clima favorable a los negocios que podría significar la estabilización de la macro. Y esto no es menor tras una estanflación de 12 años asociada a un ritmo vegetativo de la inversión en máquinas y equipos.

Por ende, debería pasar a ser agenda de la política pública la convergencia gradual, para todas las nuevas inversiones, de las reglas de juego establecidas bajo el RIGI. Este debería ser el norte, involucrando tanto a Nación como a provincias.

De ese modo, podrían comenzar a superarse las limitaciones del RIGI. Especialmente que los beneficios aplican sólo a determinados sectores (foresto industria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía, petróleo y gas) y con un umbral de los proyectos (200 millones de dólares) que excluye a las pymes. El riesgo de perpetuar una economía dual existe, ya que los sectores y proyectos que no puedan acceder al RIGI seguirán expuestos a un contexto de reglas de juego cambiantes, muy elevada presión tributaria y regulaciones muchas veces absurdas. Y ya se sabe que la informalidad como respuesta a esas distorsiones puede ser una salida individual, pero desaconsejable en términos macro.

Uno de los puntos que se criticaba de la versión original del RIGI era la ausencia de algún tipo de exigencia de desarrollo de proveedores locales o de incorporación de insumos y/o equipamientos de origen nacional.

Inversión e Importaciones de bienes de capital para el I Trim de cada año

Inversión (excluyendo Construcción) en % del PIB e Impo Bs. de Capital como % de Impo Totales

Fuente: IERAL en base a INDEC.

El Senado cambió el texto y estableció explícitamente como requisito para la adhesión la presentación por parte de las empresas de un programa de desarrollo de proveedores locales (con un mínimo de 20% de integración) y de integración estimada de mano de obra local; también se dejó asentado que las provincias pueden aplicar a su vez políticas de desarrollo de proveedores locales y se agregó la obligación de presentar un estudio técnico que demuestre que el proyecto no distorsionará el mercado local.

Si bien es entendible la preocupación de las provincias por maximizar el efecto derrame de estas grandes inversiones sobre sus respectivas economías, la regulación que finalmente se establezca no debería derivar en sobrecostos importantes para empresas que luego deben competir en el exterior y/o cuellos de botella por faltantes de insumos y/o equipamientos requeridos en sus iniciativas de inversión y/o procesos operativos.

Conforme a las declaraciones presentadas por las firmas del sector de hidrocarburos a la Secretaría de Energía, se estima inversiones actuales del orden de los 11,4 mil millones de dólares/año, pero casi tres cuartas partes destinadas a petróleo y un cuarto destinado a gas, cuando por condiciones productivas podría esperarse que las inversiones en proyectos vinculados a gas se equiparen con los petroleros. Al desagregar geográficamente, se tiene que la provincia de Neuquén concentraría el 76% del total de las inversiones de Upstream.

Sin embargo, lo que limita inversiones adicionales es la falta de infraestructura, los cuellos de botella, la necesidad de contar con una planta en un puerto para exportar más gas, etc, etc. En este sentido, la aplicación del RIGI podría contribuir a diluir esos cuellos de botella, con resultados que podrían apreciarse en tiempos relativamente cercanos.

 

Inversiones en mercado de hidrocarburos

En millones de USD

Fuente: IERAL en base a Aleph Energy.

Jorge Vasconcelos

Coordinador General de Revista Novedades.