Salida de la recesión, intensiva en importaciones
Con los datos de nivel de actividad hasta setiembre, y evolución de las cuentas del comercio exterior hasta octubre 2024, se confirma que el piso de la recesión se ubicó en abril pasado, y que el rebote en cinco meses ha sido del 4,0%, considerando variación del EMAE desestacionalizado. En igual período, las importaciones no energéticas pasaron de 4,5 a 5,8 mil millones de dólares, un incremento de 29,6%. Así, desde abril, por cada punto de recuperación del PIB, el aumento de las importaciones no energéticas fue de 7,5 puntos, un fenómeno significativo, que en parte tiene que ver con las restricciones preexistentes para las operaciones de comercio exterior, pero también puede estar adelantando un sesgo pro-importaciones del actual ciclo de salida de la recesión.
A propósito, se comparan las cuatro últimas recesiones por las que atravesó el país (exceptuando la fase de la pandemia) y se toma lo ocurrido con el nivel de actividad y la evolución de las importaciones no energéticas, durante 13 meses desde el mes pico a partir del cual comenzó la caída del PIB.
Se tiene que la recesión más corta y de rebote más pronunciado fue la de 2009 (que se desató por impacto de la crisis bancaria de Estados Unidos), ya que al mes 13 el PIB se encontraba 6 puntos por encima del pico previo, y la variación de las importaciones no energéticas multiplicó por 2,5 aquél incremento.
La duración de la recesión y velocidad del rebote no es tan diferente en los otros tres casos, que se corresponden con 2013/14, 2018/19 y la experiencia actual, de 2023/24. Las diferencias están en el comportamiento de las importaciones no energéticas, ya que, para un plazo equivalente, esa variable se encontraba un 33,6% y un 18,3% por debajo del punto de partida en 2019 y en 2014, pero en 2024 se ubica 11,1% por encima del pico previo de nivel de actividad. Y es esperable que esta dinámica continúe, ya que se están tomando medidas que facilitan y abaratan las operaciones de importación, entre las que resalta la eliminación del Impuesto País.
Argentina: Recesión, recuperación y evolución de importaciones no energéticas
Var % punta a punta
Nota: Acumulado 13 meses, comenzando con el pico antes de empezar a caer y finalizando en oct-24/sep-24 (Impo/EMAE), abr-19, oct-14 y ene-10, respectivamente. Fuente: IERAL en base a INDEC.
Dadas las tendencias que se adelantan para la trayectoria de las importaciones, la balanza comercial de 2025 apunta a un recorte del superávit de 2024. Lo relevante es la magnitud de este fenómeno, y las fuentes de financiamiento del sector externo que puedan convalidar esa tendencia.
En este sentido, se espera que las exportaciones pasen de 79,3 mil millones de dólares en 2024 a 85,0 mil millones en 2025, con importaciones que, cerrando este año en 61,6 mil millones, se ubiquen en 73,5 mil millones el año entrante. Así, el saldo comercial pasaría de 17,7 a 11,5 mil millones.
Evolución anual de las exportaciones, importaciones, saldo comercial y actividad
Expo, Impo y Saldo Comercial en miles de millones de USD.
Actividad Base 100 = 2022
Fuente: IERAL en base a INDEC y estimaciones propias.
Las importaciones no energéticas serán el factor más dinámico en 2025, con un incremento anual proyectado de 22,0%, acorde a la variación del nivel de actividad, la tendencia de apreciación del peso y la reducción de impuestos para el ingreso al país de productos extranjeros. El incremento de las importaciones previsto para 2025 incluso podría corregirse al alza, en la medida en que persista el actual escenario de Brasil, de menor crecimiento y real ultradevaluado.
De todos modos, cabe recordar que la cuenta corriente del balance de pagos, para achicarse o incluso entrar en rojo (por mayores importaciones de bienes y servicios) requiere que, del otro lado, exista ingreso de capitales a ritmo sostenido. En otras palabras, que a lo largo del próximo año se mantengan condiciones semejantes a las verificadas en los últimos tres meses, cuando simultáneamente se registraron los siguientes datos:
- Entre agosto y octubre, hubo superávit de la balanza comercial de bienes, con un acumulado de 3,7 mil millones de dólares;
- pero la cuenta corriente del balance cambiario, que computa también servicios reales y financieros, arrojó en igual período un déficit de 3,5 mil millones de dólares;
- un rojo que fue financiado por el saldo positivo de 4,8 mil millones de dólares de la cuenta financiera del balance de pagos.
Este escenario de “fin de año”, refleja el cambio de expectativas derivado de la combinación de la política fiscal y monetaria con el éxito del blanqueo. En la superficie lo que se observó es la reaparición de la liquidez en moneda extranjera, la disponibilidad de créditos en argendolares, el boom de suscripciones de Obligaciones Negociables emitidas por compañías que operan en el ámbito local, y la normalización de la oferta de crédito de comercio exterior.
En esencia, la continuidad de la recuperación del nivel de actividad se está haciendo más dependiente de la disponibilidad de capitales, dada la tendencia descendente de la cuenta corriente del balance cambiario.
Jorge Vasconcelos
Coordinador General de Revista Novedades.