Novedades Económicas

Con suba de ingresos en provincias, el desafío en año electoral es mantener el superávit y dejar espacio para la reforma tributaria

Tiempo de lectura: 4 minutos

Con suba de ingresos en provincias, el desafío en año electoral es mantener el superávit y dejar espacio para la reforma tributaria

La decisión de dejar flotar el dólar refuerza la importancia de mantener el equilibrio fiscal en 2025 y años subsiguientes, pues ahora los eventos de menor confianza en el mercado podrían traducirse más rápidamente al valor del dólar y generar volatilidad cambiaria. Por ende, se debe seguir de cerca la evolución de las cuentas fiscales, no sólo en Nación, sino también en provincias.

Resultado fiscal en provincias en 2024

Con datos oficiales para todo el año 2024, se debe destacar que el conjunto de provincias cerró el año pasado con un superávit financiero equivalente a 0,1% del PIB, tras anotar un déficit de 0,3% del PIB en el año 2023. Se retoman así los superávits provinciales, como había ocurrido en los años 2021 y 2022. El mayor déficit de los últimos 10 años se registró en el año 2015 (-1% del PIB).

No obstante, resulta preocupante que el gasto agregado de provincias haya subido un 0,4% anual real en el último trimestre del año, cuando las erogaciones habían caído un 24% real anual en el primer trimestre, un 23% en el segundo y un 19% en el tercero. Así las cosas, el gasto provincial bajó 16% anual real en 2024 (Gráfico 2).

Si se tiene en cuenta el año 2024 completo, los ingresos totales de provincias cayeron un 13% anual real, explicado por una baja del 7% en los ingresos tributarios propios, del 8% en las transferencias automáticas de la Nación, del 66% en las transferencias discrecionales corrientes y del 43% en las transferencias discrecionales de capital. Por su parte, sólo exhibieron un aumento (5%) los ingresos no tributarios, a causa de los rendimientos financieros de los ahorros provinciales.  

Por su parte, el gasto total se redujo un 15% anual real, con una baja del 30% en el pago de intereses, del 15% en Personal, del 32% en la inversión pública provincial y del 43% en las transferencias de capital (principalmente a municipios). 

Los mayores déficits financieros de 2024 se observaron en Chaco (7%), Buenos Aires (6%), Catamarca (2,3%) y Entre Ríos (1,3%), en todos los casos expresados en términos del gasto total de cada provincia. San Luis, Jujuy y San Juan exhibieron los mayores superávits, de alrededor del 15% del gasto en los tres casos. Córdoba obtuvo un excedente de 5,1%, Mendoza 4,8%, CABA 4,2% y Santa Fe 1,9%

Los recursos de provincias en 2025

Los ingresos de provincias por transferencias nacionales muestran un buen desempeño en lo que va de 2025: mientras las transferencias nacionales totales a provincias suben un 20% (15% las automáticas y 225% las discrecionales, estas últimas sobre una base muy baja en 2024), los recursos tributarios netos del sector público nacional sólo mejoran un 3,5%. La explicación se encuentra en que en los primeros meses de 2024 el impuesto a las ganancias prácticamente no alcanzaba los ingresos de los asalariados (impuesto coparticipable con provincias), mientras que en 2025 ya no aplica el impuesto País (no coparticipable).

Para las provincias que publicaron datos de recaudación propia en 2025, se observa en la mayoría de ellas una suba real con relación a iguales meses de 2024, salvo en CABA. En los casos de Buenos Aires y Santa Cruz, iniciaron el año con variaciones positivas, pero se transformaron en negativas en el último mes con datos. No obstante, en casi todos los casos los recursos propios de provincias suben en menor proporción que los transferidos desde Nación, con variaciones anuales reales, para el agregado, del 7% y 20%, respectivamente.

El relativamente buen desempeño de los recursos de provincias en 2025, junto a la señal de alerta que generó la variación del gasto provincial en el último trimestre de 2024, llevan a concluir que debería existir una cuidadosa evolución del gasto provincial en el electoral 2025, para mantenerse en la zona del equilibrio o superávit financiero este año.

Adicionalmente, el desafío es mayor si se tiene en cuenta que, dada la necesidad de recuperar competitividad por vías no cambiarias, se requiere una reforma tributaria en los tres niveles de gobierno, y los momentos más propicios para hacerlo resultan cuando la recaudación se halla en recuperación. En este sentido, aunque ponderables, resultan totalmente insuficientes las reformas parciales y aisladas en impuestos distorsivos (ejemplo, Chaco con Ingresos Brutos), que no eliminan los sesgos del impuesto ni mucho menos solucionan los problemas que generan los sistemas de pagos por adelantado del impuesto, dado que se requieren soluciones integrales y para el conjunto de provincias, que parcialmente podrían derivar en alguna pérdida de recaudación, pero que también podrían ser abordadas reemplazando recursos de impuestos muy distorsivos, como Ingresos Brutos, por otros impuestos más neutrales, como el IVA o un impuesto a las ventas finales.

Marcelo Capello y Juan Manuel López

Responsables de la sección Fiscal.