Aranceles de Estados Unidos a Brasil… ¿una oportunidad o una amenaza para Argentina?

En un capítulo más de reorientación de la política comercial de Estados Unidos se anunció un incremento de tarifas a las importaciones provenientes de Brasil (elevándolas al 50% a partir de agosto) lo cual, más allá de la potencial reducción del déficit comercial bilateral en el mediano plazo, en el corto plazo generará una desviación de comercio entre los principales productores de los rubros afectados.
Teniendo en cuenta que las exportaciones de Brasil a Estados Unidos durante el año pasado ascendieron a aproximadamente 40 mil millones de dólares y que Argentina exportó a ese mercado por 6400 millones de dólares en el mismo período, ¿qué implica esto para nuestro país?
Por un lado, veremos que las importaciones de Estados Unidos de productos brasileños disminuirán y, teniendo en cuenta que seguramente la producción interna norteamericana no podrá abastecer dicha demanda en el corto plazo, se generará una oportunidad para los países que ya exportan estos productos con menores tarifas para acceder a ese mercado (en este punto recordemos que actualmente las tarifas vigentes para la mayor parte de los productos argentinos ascienden al 10%).
Por otro lado, también la política comercial será más activa por parte de los productores brasileños que buscarán colocar esos productos en mercados alternativos y en este marco es esperable que miren al mercado argentino como destino de su producción.
Evidentemente estas dos fuerzas actuarán en simultáneo y dependerán de los sectores y productos que consideremos, pero sin duda veremos este doble impacto.
Un ejemplo de como afectarán estas fuerzas a la economía argentina la podremos ver en el sector foresto industrial, ya que durante el año 2024 las exportaciones de Brasil a dicho mercado explicaron más del 8% del total (por un monto de 3.300 millones de dólares, especialmente pasta celulósica y derivados de la madera) mientras que las exportaciones argentinas del sector a Estados Unidos apenas alcanzaron los 150 millones de dólares en total.
Dentro de este marco, teniendo en cuenta las ventas del año pasado de Brasil a Estados Unidos, nos encontramos con que el primer rubro que se destaca por su potencial es el de Pasta Celulósica con ventas que ascendieron a 1.674 Millones de dólares, aunque la variedad elaborada por Argentina (Pasta Celulosa de Coníferas) explicó 130 Millones de dólares.
Dentro del grupo de productos derivados de la madera donde se generarían las mayores oportunidades de mercado para nuestro país, y donde ya existen industrias exportadoras en nuestro país, encontramos a las Maderas Perfiladas (400 millones de dólares), Puertas y Marcos de Madera (342 millones de dólares) y Maderas Aserradas de Coníferas (230 millones de dólares).
Por otro lado, en los rubros que también sería afectado por esta desviación del comercio y donde se observa que Argentina ya es importador neto encontramos principalmente a Maderas y Tableros Laminados y Contrachapados (aproximadamente 300 millones de dólares de exportaciones brasileñas al mercado norteamericano).
Finalmente, en un punto intermedio encontramos el rubro Tableros de Fibra de Madera, donde observamos que el año pasado Brasil vendió a Estados Unidos por 100 millones de dólares y Argentina también es exportador, aunque con menor escala (las ventas externas totales de nuestro país el año pasado de este producto no superaron los 50 millones de dólares).
Este escenario internacional genera importantes oportunidades que serán aprovechadas por aquellas empresas con historial exportador en los rubros correspondientes, habiéndose ya adaptado a las exigencias de calidad, certificaciones ambientales y logísticas del comercio internacional.
Los sectores con mayor presión por la posible competencia generada por esta desviación de comercio son aquellos orientados al mercado interno (como Tableros Laminados) que ya competían con algunos productos importados y que vienen reclamando líneas de crédito blanda para el consumo, mejoras logísticas y reducción de la presión tributaria para recuperar la competitividad (a lo cual deberíamos sumar el posible impacto de estas medidas en la política cambiaria del vecino país).
Todo esto implica nuevamente hacer hincapié en las reformas estructurales que permitirán aprovechar estas oportunidades que se presentan los mercados internacionales (y poder competir con productores de otros países) por lo cual es urgente avanzar en ellas más allá de sus efectos se vean recién después de las elecciones.

Gerardo Alonso Schwarz
Economista Jefe del IERAL NEA