Las tres claves

El principal desafío financiero en los próximos meses será asegurar el financiamiento necesario para hacer frente a los vencimientos de títulos por unos 4,3 mil millones de dólares en enero de 2025. A pesar de que el blanqueo de capitales pueda resultar exitoso, se requerirán fondos adicionales. La clave estará en el costo y el volumen de financiamiento que logre obtener el Tesoro para cumplir con estos compromisos, lo que será determinante para las expectativas futuras.

El mercado laboral argentino atraviesa un momento crítico por la recesión y el cambio en el rol histórico del sector público. El empleo independiente surge como alternativa mientras los sectores emergentes despegan. Este año se perdieron 115 mil empleos formales. Neuquén y Salta muestran saldos positivos impulsados por la diversificación económica y la atracción de inversiones, mientras Formosa y Tierra del Fuego sufren contracciones. La situación exige modernizar las instituciones laborales para enfrentar los desafíos actuales.

Si en el resto del año el gasto público de los tres niveles de gobierno se ejecuta con el nivel de ajuste que se observa en los primeros meses, el 2024 podría terminar con un gasto consolidado en torno a 32% del PIB, similar a lo que se observaba entre 1996 y 1998, en plena década del noventa, o en el año 2007.

Si así fuera, en un solo año se habrá bajado un 70% del aumento del gasto observado entre 2004 y 2023, período que incluye un aumento de las erogaciones públicas equivalentes a 20 puntos del PIB entre los años 2004 y 2016.

La meta de alcanzar un gasto equivalente a 25% del PIB en nación y provincias que se incluyó en el Pacto de Mayo implicaría, a su vez, volver al nivel de erogaciones que se observaba en 2004, año con el menor peso del gasto público ejecutado en las últimas décadas.